A Markus se le pidió que dejara su casa en Salt Lake City a los 17 años cuando su familia descubrió que era gay a través de una publicación en las redes sociales. Debido a que lo denunciaron en las redes sociales, experimentó acoso y discriminación en la escuela y en sus entornos sociales habituales. Ninguna de las familias de sus amigos lo acogía, por lo que terminó en la calle con pocos recursos.
Después de una semana en la calle, Markus conoció a un joven que era amable y le ofreció un trabajo. Dijo que era fácil aceptar fácilmente la oportunidad de viajar, ganar algo de dinero y, lo más importante, escapar de una existencia hostil en la única comunidad que había conocido.
¡El trabajo también sonaba emocionante! Viajaba con un grupo de otros 8 adultos jóvenes y vendía jabón de puerta en puerta. Se le proporcionaría alojamiento y comida en un hotel y ganaría dinero con cada producto que vendiera.
Después de llegar a Denver, se quedó la primera noche en una habitación de motel con toda su cohorte. Por la mañana, lo dejarían en un suburbio de Denver y caminarían de puerta en puerta vendiendo jabón. Era más desafiante de lo que pensaba y parecía imposible vender jabón.
En una semana, Markus fue eliminado del equipo. Le dijeron que debido a que no había vendido suficiente producto, en realidad debía $ 450 por la habitación de motel que había compartido con otras 8 personas. La camioneta lo dejó en Westminster en el camino de regreso a Denver, llevándose su mochila y su iPhone como "garantía" de la deuda.
Markus se dirigió a Boulder y encontró a TGTHR un día después. Desafortunadamente, su historia no es rara. De hecho, la historia de Markus es solo una de las 185 historias de trata laboral que TGTHR vio en 2016.
